miércoles, 25 de mayo de 2011

OBSESIONES... Y LA RETÓRICA DEL PENTAGRAMA

Años ha, un buen amigo comentó de pasada, que algo a destacar en mi carácter es la constancia. En aquel momento y dado el tono amable de su comentario, lo tomé como un cumplido. Más tarde, sin embargo, al pararme a leer "entre líneas" llegué a la conclusión de que sin duda se refería a mi tendencia a abordar los asuntos de manera obsesiva... (obsesión, del latín obsessĭo que significa asedio... muy apropiado) 

Analizar los motivos tras esa conducta podría llenar páginas de tinta, eso sin entrar siquiera a analizar una absurda teoría que sostiene al respecto otra buena amiga... motivos aparte, si de algo tengo un recuerdo cristalino, es que desde mi más tierna infancia hasta ésta, mi dorada madurez... jajajajajajajajajajaja... cada vez que acometo un proyecto nuevo e ilusionante, me lanzo en pos de su consecución con una intensidad y exclusividad que no puedo controlar, ni regular; proyecto que termino en algunos casos por abandonar...de la misma forma intempestiva, bien por saturación, por aburrimiento o frustración, en caso de no ver/alcanzar progresos...  ocurre así sin importar que estemos hablando de la construcción de una granja virtual en facebook, o como es el caso que ahora nos ocupa... intentar aprender a leer música de un pentagrama. 

Aclaremos un punto... no tengo ni idea de música, nunca he estudiado solfeo, ni aprendí a tocar la flauta en el colegio. Tampoco tengo oído musical (o al menos, eso creo) Sin embargo, de todos los instrumentos musicales que existen en el mundo mundial... :-P desde siempre me siento irresistiblemente atraíd@ por el piano. A los dieciséis años hice público en el hogar paterno mi interés por aprender a tocarlo, pero el asunto fue inmediatamente descartado en base a tres razones principales, a saber: el tiempo necesario para dominar el instrumento (con suerte, para cuando terminase, habría alcanzado la "avanzada" edad de 26 años... jajajajajajaja), el coste económico, que por aquel entonces no estábamos en condiciones de asumir... y por supuesto, mi tendencia a abandonar "intempestivamente, dijimos" las cosas empezadas... jajajajajajaja... tiene bemoles (qué bien traído, eh?)  que yo sea mi peor valedor...! Y ahí se quedó el tema... bien es verdad que a través de los años he sufrido recaídas en la intensidad de mi intención... pero por una razón u otra, o varias... lo he seguido dejando... hasta hace unos días

En un rapto de espontaneidad con efecto retardado... jajajajajaja... me acerqué a una conocida tienda de juguetes y compré un teclado, lo suficientemente pequeño para poder cargar con él, y lo suficientemente grande para que el tamaño y el tacto de sus teclas esté más cerca de las de un piano que de las de una caja de chocolatinas con el dibujo de un paso de peatones. Encontrar y descargar páginas que contienen "lecciones para aprender a tocar el piano" fue fácil, ¿habrá algo que no se pueda encontrar en Internet? Así que ahí me tenéis, aporreando las teclas con dedos tartamudos un día sí y otro también... jeje.

No soy tan audaz ni tan ingenu@ como para pensar que voy a aprender a tocar un instrumento por mi cuenta, pero sí pensé que tras mucho repetir, mi cerebro procesaría las combinaciones de teclas a pulsar, como hizo cuando aprendí mecanografía... si pude aprender a teclear con un alfabeto de 28 letras, por qué no voy a poder con un conjunto de siete notas principales y sus semitonos correspondientes? Avanzar... no avanzo, pero debo decir que como ejercicio de agilidad mental y digital; y como fuente de relajación... no tiene precio! (lo de la relajación no incluye a mis vecinos, los pobres... jijijijijiji) 

Lo que me tiene fascinad@ es la arquitectura de la música y su conexión con la lógica, el orden y las matemáticas. Ya dijo W. Leibnitz que "la música es un ejercicio aritmético secreto y la persona que se entrega a ella no se da cuenta que está manipulando números" Así que aquí me tenéis, amigos... intentando descifrar otro de los misterios del universo... la música y su relación con todas las demás cosas bellas que "El Gran Arquitecto del Universo", nuestro maravilloso Padre celestial, ha diseñado para nuestro asombro y disfrute. “Todo lo ha hecho bello a su tiempo. Aun el tiempo indefinido ha puesto en el corazón de ellos, para que la humanidad nunca descubra la obra que el Dios [verdadero] ha hecho desde el comienzo hasta el fin. . .” (Libro de Eclesiastés 3:11) 

© Cables Inconexos 2011 

3 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJAJA eres GENIAL!!!!
    Te diré que el comportamiento obsesivo por las cosas que empezamos debe de ser un síntoma de la FM. Por lo menos se da en la mayoría... sisisisis
    Me veo como en un espejo en ti...
    Así, que enhorabuena por todas las cosas que has terminado con cierto grado de excelencia...
    Te quiero un montón :)

    ResponderEliminar
  2. xas gracias mi niña... no sabes como me reconfortan tus palabras.
    te quiero un montón...

    ResponderEliminar