jueves, 22 de septiembre de 2011

IN MEMORIAM


Ayer fue un día triste. Después de pasar juntos los últimos catorce años, perdí a uno de los pocos seres con los que he compartido un amor incondicional.

En un mundo en el que a diario mueren miles de personas _ muchas de ellas de forma terrible_ y en el que otros miles desearían estar muertas a fin de aliviar su dolor, puede resultar excesivo o incluso ofensivo para algunas sensibilidades el hecho de que yo exprese abiertamente mi duelo por la pérdida de un animal. Puedo entenderlo y lo respeto, sin embargo, tengo la necesidad de expresar cómo me siento.

Byron no era nuestro gato, nosotros éramos su familia. Desde el principio nos adoptó, se ganó nuestro cariño y nosotros su confianza. Cuidó de todos y cada uno a su manera felina, según le indicaba el instinto con el que fue diseñado, acompañándonos en silencio cuando nos sentíamos mal o corriendo desquiciado para acabar derrapando por el pasillo y trepando por los muebles cuando nos oía reír. Me enseñó lo que significa confianza absoluta, total dependencia sin fisuras... nos domesticamos mutuamente, [ya lo dijo el zorro: " domesticar... significa crear  lazos... si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo..." (El Principito Cap. 21)]

Llegó como por sorpresa un día otoño, bufando espatarrado con toda la mala leche que cabía en su cuerpecillo de cachorro, y desde entonces no dejó de hacernos sonreír con sus ocurrencias, ni de derretirnos con sus mimos. Iluminó nuestras vidas cada instante que compartimos, y nos ha dejado una cálida y soleada mañana de septiembre... aunque permanecerá indeleble en nuestro recuerdo. 

© Cables Inconexos  2011 

3 comentarios:

  1. Es una pena perder aun ser querido, aunque ese ser querido sea un animal que depende absolutamente de ti. Pero también ofrecen mucho cariño y buenos momentos, a veces, aunque es triste decirlo, mas que algunas personas.
    Yo he sufrido con cada animal que he tenido y he perdido, hasta mis pececitos...Pero quedan los buenos momentos compartidos, el cariño y todas las buenas cualidades que un animalito hace que desarrolles.
    Te mando un besazo.

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  2. El Borde Byron le llamaba yo...
    Seguramente Lys, te gustaría para él lo que escribió Lord Byron en la tumba de su perro:
    "Aquí reposan
    los restos de una criatura
    que fue bella sin vanidad
    fuerte sin insolencia,
    valiente sin ferocidad
    y tuvo todas las virtudes del hombre
    y ninguno de sus defectos".
    Siempre también en mi recuerdo

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