VACACIONES
EN MARRUECOS
LUNES 19 DE SEPTIEMBRE
¡Por fin ha llegado el día! Empiezan nuestras vacaciones, mi primera incursión en un país árabe… sé que me va a gustar, pero ¿cuanto? Son alrededor de las diez de la mañana cuando embarcamos. Parece que el viaje va a ser movidito, tres policías escoltan a un joven marroquí deportado desde Ámsterdam, se debate con ferocidad mientras suplica, pero en cuanto el avión inicia su andadura, los ánimos se tranquilizan y finalmente llegamos a Casablanca sin novedad.
Mi
primera impresión al salir hacia el autobús que nos llevará al hotel es acerca
de la luz… intensa, brillante, cegadora, cálida, abrumadora! Me encanta, me da energía.
Otra sorpresa, el autobús; me esperaba un vehículo cercano al pleistoceno, sucio e incómodo – después compruebo que esos los dejan para el trasporte urbano, al menos en Casablanca – pero no, nuestro autobús es de lo mas normal, eso sí, sin tele. Según nos acercamos a Casablanca algo nos llama la atención. Hasta en las chabolas hay antenas parabólicas. Esto se repite por todo el país. Lo mismo pasa con las fotografías a tamaño gigante de los miembros de la familia real y la bandera del país, se encuentran por doquier.
Otra sorpresa, el autobús; me esperaba un vehículo cercano al pleistoceno, sucio e incómodo – después compruebo que esos los dejan para el trasporte urbano, al menos en Casablanca – pero no, nuestro autobús es de lo mas normal, eso sí, sin tele. Según nos acercamos a Casablanca algo nos llama la atención. Hasta en las chabolas hay antenas parabólicas. Esto se repite por todo el país. Lo mismo pasa con las fotografías a tamaño gigante de los miembros de la familia real y la bandera del país, se encuentran por doquier.
Llegamos
a nuestro primer hotel; El Almounia, como el ex ministro, je je! (quiero reseñar que todos los nombres
y/o palabras árabes que cito están escritos fonéticamente, yo de árabe, casi
que no… ) decía que llegamos al hotel, dejamos las maletas y nos vamos. Primero
a cambiar dinero y después a comer. En Alba´s, cerca del hotel y del banco,
estamos hambrientos. Muy rico y baratísimo, tanto que decidimos sentarnos en la
terraza contigua a tomarnos otro postre.
Tras llenar a conciencia los estómagos caminamos
hasta la Medina, por la que damos un paseo. Escuchamos la llamada a la oración –
esto será una constante en el viaje, puesto que oran cinco veces al día- y desde
la entrada de la mezquita observamos a los fieles realizando sus abluciones.
Después, paseando nos acercamos hasta la
mezquita de Hassan II situada junto al océano. El
versículo del Coran: "Y su trono se construirá sobre las olas", fue
el que inspiró al monarca Hassan-II, para la elección del lugar donde debería
edificarse la mezquita. El exterior de la mezquita ocupa cerca de treinta mil metros
cuadrados y puede albergar a unas 90.000 personas. El pavimento esta realizado
con mármol y granito. Las puertas de entrada al templo son de cobre y estaño, y
las fachadas están cubiertas de mármol esculpido, pulimentado y mosaicos tipo
"zellige". Es una de las mayores construcciones religiosas del mundo.
El minarete alcanza los 200m
de altura y es iluminado por un rayo láser orientado hacia La Meca. La mezquita tiene
cabida para 20.000 feligreses y alberga una escuela coránica y una biblioteca. Muy
bonita.
Mezquita de Hassan II |
Al volver atravesamos un mercado de alimentos,
en el aire una intensa mezcla de olores: a especias, polvo, calor… Tras caminar horas regresamos al hotel…estoy muerta de cansancio! Cena en el hotel,
la cosa no pinta demasiado bien, el mantel esta sucio y el maître es borde.
Pero como contrapartida, a uno de los amigos del grupo le devuelven la cámara de fotos que había
perdido. Dos cosas: el zumo de naranja... delicioso; y por aquí se ven ojos preciosos.
MARTES
20 DE SEPTIEMBRE
Desayunamos y tomamos un taxi para ir al barrio de Habous. Nos han dicho que
esta lejos. Nada de eso, así que volvemos andando… Hay dos tipos de taxi, el grande, en el
que pueden ir hasta 7 con el conductor, y el petit taxi para tres personas y el
conductor. Concertamos el precio y los cinco nos metemos en uno grande. El
tráfico es caótico, y cruzar las calles una aventura, aun así apenas vemos
incidentes. La señal de stop es como dos babuchas con tres rombos, muy
original, lastima de foto.
A
lo largo del recorrido vemos indicadores para ir al Palacio Real, la Mezquita de Mulay Jousef…
suponemos que nos llevaran esta tarde cuando empiece el “tour touristico” :-) ,
mientras tanto vamos a un pequeño bazar en Habous donde hacemos las primeras
compras. Por fin me encuentro cara a cara con el arte del regateo. Pierdo
estrepitosamente uno a cero… pero esto solo acaba de empezar. Los chicos se han puesto
su túnica recién comprada, la gente se ríe, para mi que es ropa interior o algo así, pero
bueno, aquí no nos conoce nadie. Los
guardias no nos dejan pasear por el recinto del Palacio Real y nos vamos.
Decidimos comer cerca del hotel y degustamos el más delicioso shawarma de todo el
viaje.
Una
reparadora siesta y ya estamos preparados para conocer al resto de la
expedición. A algunos les habíamos visto en el aeropuerto mientras esperábamos
al guía y a otros les vamos conociendo gradualmente… Llega el bus y en él
nuestro guía, Wassani, y con él Abdallah el
conductor y Mohammed que mas tarde resultó que se llama Bel-kaíd.
Visita
panorámica a la parte pija de la ciudad, a la orilla del océano, con sus
hoteles de lujo y piscinas, después nos llevan a lugares que hemos visitado ya:
El Palacio Real (ahora sí nos dejan hacer fotos) la mezquita Hassan II – donde
nos dejamos olvidada a una pareja - y poco más.
Hemos aprendido que shukran es gracias en
árabe. Nos preocupa el maître. Al final no está, será su noche libre... La cena
mejor que ayer, el camarero majo y la ensalada con pepino. Paseo y
zumitos en Alba´s. Seguimos pateando la ciudad y compramos CDS de música árabe
a unos tipos en la calle. Querían vendernos entradas para un espectáculo pero
nos hemos zafado, y hemos tenido que recurrir a uno de los chicos como “marido”, no será la
última vez. ¡Pobre! Nos hemos encontrado con el primer “pesado” del viaje, para
mí que estaba borracho, casi no nos lo podemos quitar de encima…
MIERCOLES
21 DE SEPTIEMBRE
Hoy
he puesto el despertador mal (hay dos horas de diferencia con España) y nos
hemos levantado a las 5 de la mañana…
además hemos despertado a los demás, pensando que se habían dormido… en fin,
va a ser que estoy un poco mal! Nos hemos vuelto a dormir, of course, hasta una
hora mas apropiada, a la que hemos salido rumbo a Rabat. Nada mas empezar nos
han puesto (en realidad a Abdallah) una multa de 40 euros por exceso de
velocidad- debió ser que adelantó a un caracol- aquí te sacan dinero en cuanto
te descuidas.
Mausoleo en Rabat |
Fuera
de programa visitamos la kasbash, una preciosa fortaleza junto al mar. Aquí me
timan con un tattoo de henna y compro un sello para enviar la postal.
Solo cuesta 0.6 de euro enviarla a España, es barato, no? Salimos pitando de
allí hacia Meknes.
Considerada junto a Fez, Rabat y Marraquech como
ciudad imperial es, sin embargo, la menos conocida por el turista o viajero. En
el siglo X la tribu de los Meknassa fundó la ciudad de "Meknassa
ez-Zitoun", cuyo significado es "Meknés en los olivares". Meknés es un modelo de la arquitectura
magrebí del siglo XVII; en 1672 fue erigida como capital de Marruecos por Mulay
Ismail, un sultán de la dinastía alauita, que quiso crear una nueva ciudad, y
se fijó en la villa francesa de Versalles, construida por Luís XIV, como modelo
a seguir. . La ciudad moderna de Meknés fue obra de los franceses bajo el
mandato de Lyautey, (residente general del protectorado francés durante los
años 1912 a
1925).
Después de comer visitamos la mezquita del Mulay Ismail –muy chula- aunque no nos da tiempo a
mucho. Y rumbo a Fez, donde dormimos.
JUEVES 22 DE SEPTIEMBRE
Disfrutamos de un copioso desayuno y nos recoge el autobús para la excursión por la ciudad
de Fez, que esta considerada como la "Atenas islámica", en el corazón
de Marruecos. Fue fundada por el sultán Idriss I, artífice de la nación
marroquí, en el mes de Ramadán del año 172, (febrero de 789), y reconocida por la UNESCO como patrimonio de
la humanidad desde 1981.
Es
la primera de las ciudades imperiales, ya que se remonta al siglo VIII. Es
también la primera ciudad de culto musulmán de Marruecos y posee una de las
universidades más antiguas del mundo. Población de rico mestizaje
beréber-árabe-andalusí-judío-musulmán, ha conocido cinco dinastías y ocho
emires. Además es centro de escritores, doctores, poetas y legisladores.
Entre sus monumentos, ocupan un lugar muy destacado las Mezquitas Karaouine y de los Andaluces, construidas, según la leyenda, por dos herederas de un kairuaní exiliado, en el siglo IX. También las numerosas Medersas (Escuelas coránicas), como Chahrij, Bouinania (con su reloj de pared con carillón de 1357) y, especialmente, Attarin, construidas entre los siglos XIII y XVII por tres dinastías diferentes. Merecen, además, una visita, los museos de Arte Marroquí (Batha) y el de Armas (Bordj Nord).
Entre sus monumentos, ocupan un lugar muy destacado las Mezquitas Karaouine y de los Andaluces, construidas, según la leyenda, por dos herederas de un kairuaní exiliado, en el siglo IX. También las numerosas Medersas (Escuelas coránicas), como Chahrij, Bouinania (con su reloj de pared con carillón de 1357) y, especialmente, Attarin, construidas entre los siglos XIII y XVII por tres dinastías diferentes. Merecen, además, una visita, los museos de Arte Marroquí (Batha) y el de Armas (Bordj Nord).
Wassani nos presenta a Saìd, quien será nuestro guía hoy. Éste de entrada nos explica que el significado de su nombre es “feliz” y que lo es porque no tiene esposa… que graciosillo él... Primero visitamos el palacio Real, con una extensión de ochenta y dos hectáreas. Sus siete espectaculares puertas fueron regaladas a la familia real por artesanos de renombre. Mas tarde conocemos al hijo de uno de ellos, trabajando el bronce.
Pasamos
por lo que en el pasado fue el barrio judío, donde convivían pacíficamente con
sus ahora enemigos mortales, los árabes. En Fez, estuvieron varías dinastías de
judíos, como la de los Danan, la de los sefardíes o las de Abensour, y crearon
un importante centro para la interpretación del Talmud. Estuvieron instalados
en un gran barrio de la ciudad construido a mediados del siglo XIV llamado
"el mellah",(sal en árabe), dejando un enorme patrimonio de que hoy
apenas queda nada.
Las
terrazas son muy hermosas y a una turista del grupo se queda sin cámara al retratarlas
porque hay unas instalaciones policiales cerca y el guardia insiste en que esta
prohibido hacerles fotos a ellos (como en todas partes, no?). Al final, despues
de tensas negociaciones, le confisca la cámara pero no nos retiene más tiempo.
Un bonito detalle de Saìd, le compra otra cámara igual en una tienda cercana.
Siguiente
parada la Medina ,
siglo IX. Desde la puerta Azul -año
1913- por la que entramos, se ven los minaretes de la madraza y de la mezquita,
muy bonita foto.Está
cerrada al tráfico y por ello, son burros (y me refiero a los de cuatro patas) los
que se encargan del transporte de mercancías en el interior… muy muy
pintoresco. Comprende 187 barrios, cada uno de los cuales debe contener, según
la ley, una mezquita, una escuela del Corán, una panadería, una fuente y un
hamman (en árabe, 'baño turco').
Acoge a muchos artesanos textiles y del cuero,
- quienes usan el mismo sistema de trabajo desde el siglo XlV, por mencionar un
detalle, siguen usando excremento de paloma por su acidez- trabajadores del metal y alfareros. Existe un
mercado cubierto y multitud de pequeñas tiendas que venden alimentos y
vestidos- los puestos de alimentación son increíbles… vemos a una mujer escoger
un pollo vivo para comprar y como el vendedor
lo degüella de un solo tajo y lo prepara para entregárselo. Debajo de los pies
de la clienta, un gato (había miles) espera pacientemente para comer lo que caiga
del mostrador. Poco despues vemos otro gato con la cabeza de un pollo en la
boca, menudo botín! -
Los
monumentos más conocidos son la
Zaouia de Mulay Idris (del siglo IX, reconstruida en el
XIII), la tumba del fundador de la ciudad; la mezquita Qarawiyin (fundada en el
año 859 y ampliada hasta el siglo XIII) Maimónides enseñó en esta mezquita; la
medersa Bu' Inaniyya, una residencia para estudiantes construida en 1355, y la
mezquita de los andaluces (fundada en el 860 y ampliada en el 1200).
La
historia de la madraza es muy bonita. Un sultán se enamoró de una bailarina de
danza de vientre – quienes por entonces tenían muy mala reputación- y quiso
casarse con ella, pero la familia se oponía, así que él mandó edificar esta
preciosidad sobre un basurero utilizando maderas de cedro, estuco de yeso y
mosaico, para demostrar que no hay que fijarse en el pasado de las personas
sino en lo que son ahora. Hay un dicho árabe “Cuantos lugares donde se echaba
basura son ahora mezquitas…”
La
gente MUY AMABLE. Saìd nos explica que aunque en la zona moderna de la ciudad
las cosas están cambiando, aquí en la medina, la gente es como una gran
familia, todos se conocen y se ayudan cuando hay necesidad. Los adultos
participan en la disciplina y educación de los niños, aunque estos no sean de
su familia. Los niños… son muy sociables, nos siguen, nos quieren vender cosas,
chapurrean todos los idiomas de los turistas… uno hasta nos habla en catalán y
eso no levanta dos palmos del suelo. Son muy vivos…!
Pasamos
del restaurante concertado y nos damos un segundo garbeo por el zoco, menos mal
que un chaval nos guía y nos lleva a tomar el mejor te verde con hierbabuena de
todo el viaje, sino nos habríamos perdido.
Por
la noche acudimos a un espectáculo de
danza del vientre. Ptsché!
Mañana
viaje hacia Marrakech.
VIERNES
23 DE SEPTIEMBRE
Medio Atlas |
A
ratos Wassani nos cuenta cosas de su cultura y de sus costumbres. Él es de
padre bereber (amazigh) y madre árabe y dice que el origen de la madre pesa más.
Nos explica, por ejemplo que las bodas amazighs tradicionalmente duraban siete días de fiesta, y que cuando nace un bebé se
hace una fiesta al séptimo día. Que se practica la circuncisión masculina pero
no la femenina y puntualiza que esta ultima es anterior al Islam.
También
nos habla de costumbres religiosas del Islam. Nos habla del Ramadán , que está
a punto de empezar; que celebran el
nacimiento del Profeta y la Gran Fiesta
que conmemora el sacrificio de Abraham ( aunque ellos dicen que el sacrificio
original era Ismael, en vez de Isaac ) y en la que comen cordero y comparten su
alimento con los pobres, y también nos explica los cinco pilares que deben
cumplir : su profesión de fe, las oraciones cinco veces al día, dar limosna, el
ayuno en Ramadán y la peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida.Se
le ve muy molesto por la imagen radical y fanática que transmiten algunos
musulmanes al mundo occidental y explica que esos casos no representan ni la
doctrina ni el espíritu del Islam.
Pasamos
por Jenifre, una pequeña ciudad, conocida por la belleza de sus mujeres…
cabellos y ojos negros y nariz puntiaguda.
Paramos para comer. Pasando del restaurante concertado. Vamos a una pizzería. Aquí es imposible encontrar helado. ¡Tengo que cambiar dinero!Seguimos de viaje. Bufff! Hoy se me está haciendo un poco pesado, aunque el paisaje es precioso, hemos salido a las ocho de la mañana y llegamos a Marrakech a las 8 de la noche.
Mañana
empezamos viaje en 4x4. GUAY!!
SABADO
24 DE SEPTIEMBRE
¡Que
rápido se está pasando todo! En el desayuno, los mejores crepes del viaje. Los
hace en el momento una mujer árabe en medio del comedor. Imaginad el aroma!
Conseguimos un 4x4 para nosotros solos, ji ji
ji, y nuestro conductor, Barik, que parece serio en principio, resulta ser muy
“enrrollao”. Nos dice que “solo” habla francés, árabe y la lengua amazigh, pero resulta
que entiende español mejor de lo que quiere hacernos creer, así que nos
entendemos bien con él. También es bereber o mejor dicho “amazigh”; bereber es
el nombre que les dieron los árabes y significa “bárbaro” mientras que amazigh significa “hombre libre” – nos ha dado dátiles… que buenos, mmmm!! – Además resulta
tener un sentido del humor muy “nuestro”.
Estos
paisajes entre montañas son preciosos. Estamos a más de dos mil metros de altitud, hace un poco de
fresco y mucho viento. Enseguida vamos a viajar por caminos sin asfaltar. Esta
zona es muy rica en minerales, los venden en casi cada curva de la carretera.
Aquí las casas son de piedra, por la nieve. Primera visita, la
Kasbah de Telouet. (Las puertas exteriores de las viviendas
tienen dos aldabas, cada una con un sonido distinto, la más alta para los
extranjeros y extraños que llegaban a caballo, al oírla las mujeres se cubrían
o se retiraban a sus aposentos; la más baja para la familia, gente de
confianza, las mujeres se podían quedar.)
Esta
es de estilo andalusí por dentro y amazigh por fuera. Siglo XVIII. Las kasbash
siempre están cerca de un río y sobre una colina.
Kasbah de Telouet |
Kasbah de Telouet |
Me
hago el segundo tattoo, que me dura solo un día.
El
camino entre las montañas es precioso… alzando la vista están las cimas peladas
y áridas, sin embargo el valle es un oasis de vegetación con un intenso abanico
de verdes. La carretera –por llamarla de alguna manera- serpentea entre la
ladera de la montaña y barrancos y despeñaderos. La vista impresionante. Barik
dice que es “la pista de morte”. Mi amiga le entiende “la pista de la muerte” y él
se mata de la risa.
A
lo largo del camino nos encontramos muchos niños, algunos vuelven del colegio-
por las mochilas- y otros, demasiado pequeños, juegan a la orilla de la
carretera. Las mujeres
lavan la ropa en los riachuelos del valle y la tienden al sol. Hemos
retrocedido siglos en el tiempo. El ritmo se ralentiza, la intensa luz acentúa
los colores y me invade una sensación de paz.
Llegamos
a Ouarzazate. El hotel, el mejor hasta ahora. Hay una piscina inesperada en el
jardín. Con los cuerpos
hechos polvo del traqueteo, cenar nos sentará bien. Sopa y pollo. Bebemos
algo y partidita de ajedrez. Mañana dormiremos en el desierto.
DOMINGO
25 DE SEPTIEMBRE
Salimos
con retraso. Por fin nos acercamos al desierto. Vemos la kasbah de
Imrridil. Ha sido restaurada. Es una de las más importantes del sur. Nos rodea
una multitud de niños. Wassani nos explica que los habitantes de aquí eran
tribus árabes originarias de Yemen, nómadas muy violentos. Enseñaron a los amazigh el cultivo de palmeras datileras, árboles frutales y la construcción
de kasbash. Los mejores albañiles del país son de aquí, son muy apreciados. La
base de la construcción es piedra, el centro es moldaje y la parte superior
ladrillo de adobe secado al sol.
También
nos dice que las mujeres llevan tatuajes en la barbilla, entre las
cejas y en la nariz y visten túnicas sobre todo negras (chador) para proteger
la ropa de debajo que es blanca. Vemos muchas mujeres ataviadas así. Las
solteras llevan una fíbula (triangulo de metal para atar la ropa) porque tienen el corazón libre, las casadas
llevan dos.
Gargantas de Toudra |
Llegada
a las gargantas del Thoudra. Esto es increíble. Un excelente lugar para
practicar escalada. Comemos por nuestra cuenta en una jaima. Muy rico y por
cinco euros por persona. La comida nos cuesta la mitad que si vamos a los
restaurantes concertados. Fotos por la zona y degustación de té verde
con menta.
[Un
inciso: Estoy encantada. No he tenido que usar letrinas en ningún momento.
Siempre ha habido la mejor opción. Y aunque llevo provisión por si acaso, no
hay tanta ausencia de papel higiénico en los baños como en otros viajes. Esto
si que no me lo esperaba.]
Continuamos
el viaje, con parada para saborear zumo, estirar piernas y lo que sea.
Los lugareños están viendo un Alavés-Real Madrid. La pasión que tienen en este
país por el fútbol no es normal.
Vemos
rebaños de ovejas y cabras – de pelo largo- cuyos pastores por su aspecto
parecen contemporáneos de Abraham
Cruzamos
Erfoud, construida en uno de los oasis más importantes de Marruecos, una ciudad
que parece tener mucha vida y donde vive Barik, según nos enteramos más tarde.
Nos
adentramos en el desierto por caminos de pista. No se como Barik puede saber
por donde ir, es noche cerrada y no hay mas indicaciones que pequeños
montículos de piedras cada ciertos metros. Dejamos atrás tres o cuatro oasis.
No se donde nos llevarán.
Llegamos
a una enorme jaima, rodeada de dunas en medio de ninguna parte. Dejamos las
maletas en nuestros compartimentos, o como se llamen y tomamos el té de
bienvenida. Nos recostamos con indolencia a esperar la cena, mientras, partidita de
ajedrez y espectáculo musical. Tenemos invitados a la
mesa: un par de gatos bulímicos. Después
de la cena, sobremesa y percusión improvisada.
Poco
antes de medianoche caminamos hasta la duna mas cercana. Tumbada boca arriba
sobre la suave arena, mientras la brisa fresca de la noche me acaricia y
escucho a lo lejos la música de los hombres del desierto, ante mis ojos se extienden
millares de estrellas, su blanca luz contrastando con el oscuro fondo. Qué insignificante me veo en la inmensidad del universo, y qué afortunada de tener
conciencia de mi existencia y de mi lugar en el mundo. Me vienen a la mente las
palabras de Jesús: “Son pocas, sin embargo, las cosas que se necesitan, o solo
una”
Me
acuesto vestida. Mañana salimos a las cinco de la mañana a ver el amanecer.
LUNES
26 DE SEPTIEMBRE
El
tambor suena puntual, aunque yo ya estoy levantada. Un amigo y yo compartimos
guía. Nuestros dromedarios van unidos por una cuerda. Es noche cerrada, tenemos
que llegar a las dunas antes que amanezca. Vamos en caravana con el resto del
grupo. Hace fresco y el silencio solo es roto por los gritos de los animales.
Otro grupo se ha animado a hacer la excursión a pie, pero pronto les dejamos
atrás. Llegamos a la ladera de la duna, dejamos los
animales en la llanura y “escalamos” hasta la cima. Esperamos expectantes. La
luz se incrementa gradualmente hasta que el disco solar finalmente aparece
desde detrás de una montaña, dando vida a un nuevo día.
Hemos
presenciado un milagro. No se si somos conscientes de que esta es una
experiencia irrepetible. Volvemos
al campamento, yo con una extraña sensación de bienestar. El desierto ha
superado todas mis expectativas.
Despues del desayuno volvemos sobre nuestros
pasos. Atravesamos el desierto esta vez de día. Es una gozada, parece el Paris-
Dakar, todos los 4x4 circulando en paralelo, levantando nubes de polvo mientras
botamos al bajar pequeñas colinas peladas a toda velocidad. Me encanta!
Cruzamos
de nuevo Erfoud. En el camino paramos en una “fosilería”. Nos enseñan el
proceso de limpieza y elaboración de las piezas. Es impresionante y muy hermoso
ver las piezas de mármol con fósiles en el interior. Despues llegamos a Rissani.
Antiguamente
de nombre Sijilnassa, legendaria ciudad medieval que controlaba la principal
ruta transahariana fue puerto caravanero, cincuenta y dos días de viaje en
camello hasta Tombuctú. La mayoría de las casas de ladrillo y cemento. Se
dedican especialmente a la artesanía. La producción de datiles también es
importante. El guía nos dice que es una pequeña mesopotamia, bañada por los
ríos Sis & Iris en lugar del Tigris y el Eufrates. Visitamos la ciudad y
algunas tiendas típicas. En una de ellas un tuareg nos explica algunas
diferencias entre la cultura amasig y la tuareg.
Despues
damos un paseo a pie por una especie de oasis. Los niños, como no, nos siguen,
e imitan al guía, son un poco sinvergüenzas, je je. Wassani nos explica cosas
sobre los datiles, de los que hay unas cien variedades en todo el mundo.
También nos dice que los musulmanes veneran a cuatro mujeres: Fátima, María,
Jadiya y la esposa del Faraón. Y cuatro ciudades: La Meca , Medina, Najaf y
Jerusalén.
Visitamos
despues el mausoleo del Mulay Alí Sharif, el fundador de la dinastía alauí, que
reina desde 1660. Solo nos dejan ver los jardines y Wassani nos cuenta toda la
historia.
En el camino a la siguiente parada vemos espejismos en la carretera. Sigue el desierto, pero ahora es de piedras. Paramos para comer en medio del pre-desierto. Por primera vez nos ponen dátiles de postre. Que ricos están! En el valle del Daar, hacemos otra paradita en un oasis. Hemos avistado un montón de plantaciones de henna, Barik nos las indica. Mis tatuajes apenas si se ven. No duran nada.
Llegada
a Zagora, el hotel esta muy bien. Buffet libre, desde nuestra habitación se ve
la piscina y unas terracitas para relajarse. Damos
un paseito. Aunque construida al pie de una vieja fortaleza almorávide, la
ciudad data de la época colonial francesa. En la puerta sur de Zagora, puede verse el cartel indicador más
humorístico del mundo: sobre un fondo que representa el desierto y una caravana
de dromedarios alejándose, aparece, encima de una flecha roja que señala el
sur, la siguiente leyenda en francés y en árabe: “TOMBOUCTOU 52 DÍAS” (en
camello, se entiende). Tombuctú, en Malí, a orillas del río
Níger, sería la primera ciudad que un viajero que emprendiera la travesía del
Sahara encontraría al otro lado, a más de mil kilómetros.
MARTES
27 DE SEPTIEMBRE
Abandonamos
Zagora de madrugada despues de hacernos una foto en la puerta de las
caravanas. A lo largo del camino paramos
para hacer fotos panorámicas de kasbash y oasis. Finalmente llegamos a
Ouarzazate y visitamos la kasbah de Taourirt. Nuestro guía para hoy se llama
algo así como “Idris”. Pero el chistoso del grupo, por
razones obvias, enseguida le bautiza como “cuñaaaaaoooo!” Nos explica muchas cosas, como que ésta fue
la segunda residencia del Pachá Al Grawy (o algo así) 1754. Hecha de adobe, con
los techos de tamarindo y palmera. Un agujero en el techo servía de
rudimentario “teléfono” por el que se comunicaba con sus esposas en distintos
pisos. Tenía cuatro esposas, tres amazigh y una turca, la habitación de esta
ultima con comodidades típicas de su país como un baño turco. El techo de la
habitación del Pachá es de madera de cedro y desde su ventana se veían llegar las
caravanas. Idris nos mete prisa… hay mas grupos de turistas, y aprendemos que
“Jalá” significa “vamos”.
Nuestro
destino final es Marrakech, aunque hacemos alguna otra parada mientras volvemos
a atravesar el Medio Atlas. De nuevo a dos mil metros sobre el nivel del mar.
Hace frío y paramos en una zona de tiendas. A mi amiga le dicen que tiene ojos de
amazigh y le regalan una pulsera. Nos piden aspirinas. No tenemos. Es una
parada breve, seguimos pues está empezando a anochecer. Uno de los vehículos se ha estropeado y nos retrasa.
Aprovechamos para descansar y comprar algo de comida.
Se
ha hecho de noche y queda un rato aún. Como nos aburrimos nos ponemos a cantar.
Sí, yo también, je je. Pobre Barik, al final sintoniza una emisora de deportes
en español, estoy segura que para que nos callemos. Cinco voces desafinando al
unísono es algo para lo que no está preparado. Por fin llegamos y nos
despedimos de él. Ha sido un placer conocerle.
Estamos
en Marrakech. Despues de cenar vamos a la Plaza de Jemaa el Fnala, la plaza de los
difuntos, un lugar que, en otros tiempos se ajusticiaba a los criminales, o a
los que se sublevaban contra el poder del sultán, exponiendo luego sus cabezas a la vista de los
transeúntes.
Designada patrimonio oral de la humanidad por la UNESCO para su conservación, situada en el corazón de la ciudad, y a pocos metros
de la Koutoubia
(minarete del siglo XII, que sirvió de modelo para la construcción de la Giralda de Sevilla) cuando
llega la noche, despierta, ofreciendo animación asegurada al viajero.
Nos
acercamos a los puestos que rodean la plaza, donde se inicia un laberinto de
callejuelas en el que nos sumergiremos mañana, cuando sea de día. Nos ofrecen
innumerables artículos, todos al mejor precio, por supuesto. Compramos
regalitos y nos tomamos un helado. POR FIN! Aunque no lo disfrutamos del todo.
Un niño harapiento viene a pedirnos las sobras. No será la última vez que nos
pase.
El
pelo naranja de mi amiga sigue llamando la atención. Un chico le dice: “Naranja,
tronca” además de lo de siempre. El
tráfico es caótico, y ningún motorista lleva casco. El taxista que nos trae de
vuelta se quiere quedar con ella, es un salao… nos echamos unas risas.
MIERCOLES
28 DE SEPTIEMBRE
Hoy
tenemos visita guiada por la mañana. Wassani nos explica que el significado de
Marrakech es “tierra bendita”, y que es la raíz de los nombres Marruecos,
marroquinería… Visitamos
Al Menara, siglo XII, un olivar, junto al cual se encuentra un aljibe del
tamaño de un estadio de fútbol. Durante la
Edad Media todo el aceite que se extraía
servía para iluminar la medina. Ahora se vende en subasta, es propiedad del
ayuntamiento.
Llegamos
a la medina. Pasamos por la mezquita de los libreros, la cual no tiene
escaleras, sino rampa, se subía andando o a caballo. Ahora usan altavoces. Son
setenta y nueve metros de altura. Nos enseñan la mezquita de las manzanas de
oro, del siglo XVI. Y visitamos las tumbas de los Saadianos. Si no hubiese
tanta gente… Hace mas calor aquí que en el desierto, y encima tengo el estomago
echo polvo. Hoy no va a ser un buen día.
Después
de atravesar lo que fue el barrio judío llegamos al Palacio de la Bahía edificado en honor a
la esposa del regente. 1870. Solo tiene un piso porque cojeaba. Es de estilo
hispano magrebí. El patio interior andalusí con una fuente en el centro y
salones de espera simétricos. Mientras descansamos unos instantes en “la sala
de la música”, o como la llama Wassani, la sala de la juerga, nos explica el origen
de la palabra “mejunje” _una mezcla que contenía entre otras cosas frutos secos
y cannabis y que despertaba el apetito en todos los sentidos _ que el virrey tomaba aquí.
Puestos de venta de zumo de naranja recién hecho |
Cobras encantadas |
Aguadores |
Estoy reventada. Y me he quedado sin un duro. No me preocupa, porque mañana nos vamos. Por un lado tengo ganas de recuperar mi vida real. Pero no me apetece nada tener que volver a madrugar…
Aquí
como no te apartes, las motos te arrollan. En Fez los burros y en Marrakech las
motos. Nos
acercamos a la mezquita cuyo minarete es idéntico al de la Giralda y observamos rezar
a los fieles. Despues regresamos al hotel. Los demás bajan a cenar y dan una
vuelta, yo me quedo en la cama, porque además de que estoy reventada me duelen
los riñones y el estomago. Bastante bien he aguantado hasta ahora... ainss.
JUEVES
29 DE SEPTIEMBRE
Parece
mentira pero ya ha llegado el día de volver a casa. Nada mas levantarme
organizo la maleta. Me cuesta un triunfo cerrarla, y eso que no he comprado
tantas cosas, al menos cosas grandes. Hemos quedado a las nueve para desayunar
y despues hacemos una última visita al zoco, donde escuchamos los últimos
piropos que oiremos hasta nuestro próximo viaje. En España los chicos son muy sosos.
Cada cosa que no nos han dicho aquí… pero con gracia, eh?
Alguna
que otra compra y luego comida con el grupo del viaje en el mismo sitio que
ayer. Como hoy no funciona el aire acondicionado nos ponen unas mesas en la
calle. Cuando estamos terminando viene una anciana y nos pide las sobras de la
comida, se las ponemos en una servilleta y se marcha para desconsuelo de una
mujer joven con un bebé que se acercaba a la mesa con la misma intención. Todos
nos quedamos con un amargo sabor de boca.
Los
chicos se beben su último zumo de naranja por treinta céntimos de euro. Damos
un paseo de despedida y volvemos al hotel.
Un
minibús nos lleva al aeropuerto. El
vuelo de regreso se me hace corto. Llegamos
con una puntualidad que raya en lo británico. Me paso más de una hora observando a los
viajeros nocturnos hasta que sale nuestro autobús.
Llego a casa… me echo a dormir. Todo ha terminado, pero éste no será un
viaje que olvide fácilmente.
Un impecable relato que puede llegar a ser una magnífica guía de viaje. Te tendré en cuenta si viajo a Marruecos.
ResponderEliminarDices tú de piropos... ¿a que nadie te llamó hija de la gran guapaaaa? Pues eso, nada como la gracia de La linea...
Hazme un favor y sigue escribiendo.
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGracias por tus ánimos, eres un sol!
EliminarRazón tienes sobre los piropos, debí poner que los chicos del Norte son muy sosos... no me acordé de los andaluces y su chispa milenaria para piropear...
Besos...
Un país mágico. Siempre he querido ir, ahora es más que un deseo.
ResponderEliminarNo dejes de escribir.
Ay! que importante un baño limpio y provisto de papel
merece la pena... espero que puedas ir
EliminarMuchas gracias por este fascinante viaje !!! al ir leyendo es como si viajara contigo, estuviera ahí con vosotros viendo cada rincón, viviendo vuestra aventura... !!Las fotos preciosas también !!
ResponderEliminarGracias mi niña... algún día haremos un viaje juntas, ya lo verás. Las fotos las "tomé prestadas" de intiné... :-) eran tiempos en los que no tenía cámara digital aún...
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